Que diferente es tener sexo que hacer magia en la cama, es llevarte a ella con charla, para después lento empezar el fajecito e ir besándote mientras te dijo cosas lindas al oído, acompañado de mordidas, besos tiernos y lentos.
Te llevaré a la cama para sentarte lentamente entre mis piernas y tomarte de la espalda, recorre tu cuerpo con besos y caricias, diciéndote cosas lindas “amor eres fantástico, me encantas, gracias por este momento”.

Para después abrir tus piernas y empezar a rosar mi pene sobre tu ano, cuando ya estés excitado introducir mi pene lento y despacio, preguntado “amor ¿estas cómodo?¿no te molesta?¿ lo hago mas lento o mas despacio vida?”.
Empezaría lento y después aumentaría el ritmo y ya cuando estés gimiendo de placer, de un giro montarlo en ti sin sacar mi pene, subirlo, bajarlo lento, para empezar nuevamente despacio y no dejarte de besar, decirte halagos. En el momento de que ya me quisiera venir, te avisaría si me vengo dentro de ti o me vengo en tu pecho.
No necesitarás tocar mi pene, por lo excitado que estoy me vendría sobre de ti; para después acostarte sobre mi pecho, besarte y decirte mientras te miro “estuvo muy rico” y te acariciaría la espalda con la yema de mis dedos, te haría sentir seguro y que duermas sobre mí.
Al siguiente día te despertaría con un beso, para meternos a bañar y desayunan juntos. Pero aún no te libraras de mis besos y caricias, para hacerte sentir seguro, protegido e importante.

Edgar Francisco Camacho